La cabra montesa (Capra pyrenaica) es una especie con un elevado
dimorfismo sexual que se distribuye por los sistemas montañosos de la Península
Ibérica, siendo una de las especies más emblemáticas de la fauna ibérica. De las
4 subespecies con las que se contaba 2 de ellas ya se extinguieron, exterminadas
directamente por el hombre: la cabra portuguesa y el bucardo.
El Bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica) era la subespecie endémica de los
Pirineos y originalmente se distribuía por ambas vertientes de la cordillera.
Se diferenciaba de las otras subespecies principalmente por su pelo más largo y
denso en invierno, la base más gruesa de los cuernos, tanto en machos como en
hembras, y la cornamenta algo más larga.
La rareza de esta cabra en el
mundo y el imponente tamaño de los cuernos de los machos, más gruesa y separada
que la del íbice de los Alpes (Capra ibex)
atraía a multitud de cazadores, que acudían a la zona en busca de ejemplares
que abatir. Su caza fue tan intensa que hacia el año 1900 la subespecie
pirenaica ya se había extinguido en Francia y sólo quedaba un reducido grupo de
menos de 50 individuos (demasiado pequeño para sobrevivir a largo plazo) en el
macizo de Monte Perdido. Su persecución las confinó en un hábitat inaccesible
para el hombre, pero también limitante para su desarrollo poblacional, y la
competición con otros animales silvestres y domésticos por los recursos
alimenticios también pudieron contribuir a su extinción. A pesar de ello, la
población permaneció estable por encima de la treintena de individuos hasta 1981, pero a
partir de entonces, y pese a todos los esfuerzos que se hicieron, los
ejemplares empezaron a disminuir rápidamente. En 1999 murió el último macho y la
última hembra al año siguiente, en 2000, sucumbida tristemente por la caída de
un árbol.
El Valle de Ordesa fue su último
refugio. Una pena no poder contemplar actualmente en este territorio esta increíble especie, cuya
facilidad para moverse por rocas y paredes casi
verticales, o incluso hielo, es pasmosa. Pero sí podemos conocer el territorio donde mejor
se desenvolvía e imaginarnos su idas y venidas por sus abruptos relieves: el precioso valle de Ordesa.
Muy interesante Olatz, sigue compartiendo tus conocimientos con nosotros!
ResponderEliminarTengo dos preguntas?
Ya desde hace 14 años me preguntó como ha sido posible de dejarse extinguir de esta manera un especie. Después han intentado clonarlo sin ningún excito. ¿Qué se ha intentado hacer antes de la extinción?
¿Se sabe la razón de la regresión en los años 80 y 90? El turismo tiene algo que ver, o ya estaban genéricamente tan tocados que no había manera de reproducirlos.
Hola Koen,
ResponderEliminarEs un poco difícil resumir todo esto en un comentario, pero si te interesa te puedo enviar un artículo muy interesante. Y sino a ver si nos vemos un día de estos (por aquí o por el Flysch) y te cuento un poco mejor.
Me conformo con que me lo cuentas ;)
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